El PRI se encuentra enfocado a la realización de una asamblea nacional que, se supone, le cambiara el rostro frente a los ciudadanos y le permitirá volver a ser competitivo. Este tipo de asambleas se han vuelto populares desde que Colosio promovió y llevo a cabo la XIV asamblea, la cual fue un gran ejemplo de democracia interna. En efecto, aquella asamblea fue integrada por delegados de todo el país, electos directamente por las bases. Previamente a ella, se llevaron a cabo reuniones municipales y estatales para elegir a los delegados. Nadie fue designado cupularmente. Todos tuvimos que pelear por nuestro lugar. Esto hizo a esta asamblea muy singular. Primero porque todos los delegados fueron electos por las bases y llevaban en su agenda las propuestas de sus regiones y, segundo, no había ningún tema tabú. Todo se podía discutir y, si la mayoría lo acordaba, se incorporaba a los documentos básicos de este partido. Los cambios fueron espectaculares. Se decidió que el partido se debía dirigir colegiadamente, por eso se crearon los consejos políticos. Se reconoció el trabajo militante, por eso se creo el registro de la militancia. Se establecieron requisitos de militancia para ser designado candidato; se redifinio el papel de los sectores y de las cuotas corporativas para designar candidatos,etcétera. En fin fue un gran ejercicio democrático, que motivo la ruptura con el pasado y la preparación del PRI para hacerlo un partido competitivo, dentro de un nuevo sistema plural de partidos. Ese fue el desafío de entonces, que dejara de ser un partido de estado y transformarlo en un partido con mayor capacidad para ganar elecciones. Hoy se tiene un nuevo reto: recuperar la confianza ciudadana y la credibilidad política, es un tema de sobrevivencia. Aunque parezca cliche, pero es tanta la urgencia que se aplica con exactitud el lema de » renovarse o morir». También sera prioritario buscar una imagen mas independiente del poder.Debe también limpiarse la cara de la corrupción con la cual le han embarrado los exgobernadores corruptos y la mayoría de la actual administración federal.

Se antoja difícil que lo logren, porque quienes ahora lo dirigen no tienen ni la experiencia ni la misma visión que Colosio y su generación tuvieron. He estado muy pendiente de sus preparativos, el miedo y el intento de controlar los resultados de la misma, es lo que hasta ahora la caracteriza. Tienen miedo, terror casi diría, que se insubordinen las bases, como sucedió en Puebla en la XIV o en el Teatro ferrocarrilero en la XV e impulsen nuevos avances democráticos. Tienen también miedo a terminar divididos. Si, el intento de controlar las aspiraciones de las bases se siente en el ambiente. Desde la integración de la misma asamblea. Mientras que los delegados de los estados son solo 10 por cada uno, los que serán 320 y ahí ya hubo control en la elección de los delegados. Habrá 10 senadores y 25 diputados de dedazo. 20 por sector y organización, que también serán de dedazo, mas de 200. Y otro 50 de dedazo también de otras organizaciones. Habrá poca posibilidad de participaciones independientes, que reflejen e verdadero sentir de las bases del PRI, bases sociales que aman a este partido y quieren servir a México. La mayoría de los asambleístas serán representantes de la Nomenklatura, de los mismos intereses culpables de que estén en el tercer lugar de las preferencias electorales. Un ejemplo, la mesa que denominaron visión de futuro, estará presidida por un viejo de 86 años, Jorge de la Vega Domínguez. Como darle esta responsabilidad a una persona, que si bien es respetada en las filas de este partido, esta anclado en el pasado y no esta vigente políticamente? Para mi esta mesa es la mas importante, pues es la que le puede dar una nueva perspectiva de nación. A la mesa que mas miedo le tienen, es la de estatutos, porque se siente una corriente que se puede oponer a los intentos de favorecer a dos secretarios que no tienen militancia: el secretario de Educación Nuño o al de Hacienda Meade, quitando los candados que exigen 10 años de militancia para ser candidato a la Presidencia de México. Esta mesa pretende ser controlada por los dos “pastores” parlamentarios del PRI, Dip. Cesar Camacho y Sen. Emilio Gamboa. Ellos , por lo que representan, presuponen amedrentaran y abortaran cualquier intento de salirse del script que les dieron desde los Pinos. Nada esta al azar en esta asamblea. Las sedes, son en lugares controlados por incondicionales, salvo Guadalajara. El PRI, en lugar de jugar una apuesta audaz, con ojos de futuro, con compromiso con las grandes mayoría, le apuesta al control político. No quiere sorpresas. Todo debe salir conforme se han planeado previamente. Por la composición de los asambleístas, pareciera que todo esta controlado, pero no lo creo así. He platicado con algunos que estarán en esa asamblea y han expresado que rechazaran toda imposición. Veremos si esto sucede. El PRI, mas que asambleas reformadoras, requiere de nuevos militantes, con nuevas actitudes.

Recuperar su voz independiente y representar a las grandes mayorías desposeídas, a los sin tierra, a los sin casa. Como partido que surgió en el poder, ciertamente tiene un pacto con el Presidente emanado de sus filas, pero solo con el y no con su gabinete. Pero incluso al Presidente le debe hacer llegar la opinión de la militancia. Su sentir. Sus agravios y desacuerdos. En 2015 se llevo acabo una asamblea nacional, la XXI, sin pena ni gloria, nadie sabe ni para que fue ni que logro. Espero que no suceda esto con la que viene. El PRI, según las ultimas encuestas, alcanza entre el 14 y 15 % de la votación nacional. Si bien de julio del 2015 a esta fechas ha perdido 10% de preferencias. 15% es un numero muy respetable. Por ello a todo el país, simpatice o no con este partido, le debe interesar un PRI mas democrático , mas justo, mas comprometido con las grandes causas del país. Eso es lo que estará en juego la próxima semana.

Publicado el día Miércoles 2 de Agosto de 2017.