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     Corría el año de 1994, los días siguientes al asesinato de Luis Donaldo Colosio, el país y el priismo nacional aún no salían de la sorpresa y dolor que le causó tan terrible suceso, cuando se hecho a andar la maquinaria para sustituir al malogrado sonorense como candidato presidencial. Manuel Camacho había sido descartado por los priistas, su actitud de rechazo a la nominación de Colosio, sus repetidos reclamos al presidente Salinas por esta decisión y sus acciones de sabotear el inicio de la campaña presidencial del PRI, no pasaron desapercibidos por la militancia de este partido, porque cuando Camacho se quiso presentar a la funeraria que preparaba la ceremonia de velacion de Colosio, fue abucheado por los miles de priistas ahí reunidos. Fue una señal muy clara. El priismo vetaba a Camacho. «Quien entonces» , seguramente se preguntaba el Presidente. Había efervescencia en el país, esto debería tomarse en cuenta.Muchos priistas pugnábamos por una consulta al partido, había ya movimientos en ese sentido. ¿Habría entonces condiciones para una decisión cúpular ? Muchos decían que no. Fue entonces cuando, en una reunión convocada por Salinas para oir opiniones, el sabio y experto consejo de José Luis Lamadrid se expresó. Con su voz, media chiquiada, directo y sin ningún cuidado, el entonces Secretario General del PRI y senador de la Republica , de sopetón le dijo a Salinas, » señor Presidente, el país aguanta todavía un dedazo» como? le contestó Salinas ! Sí señor Presidente, puede usted decidirse por cualquiera y será aceptado por las bases del PRI, le reiteró Lamadrid.

El entonces Presidente salinas se decidió por este consejo y designó a Ernesto Zedillo como candidato presidencial. El consejo del maestro Lama, como le decíamos sus amigo, fue correcto, el priismo nacional, sin protesta alguna, acepto a Zedillo como su candidato . En otro artículo y en otra ocasión. contaré quienes fueron los «destapadores». En esta ocasión la anécdota me basta para describir lo que Jorge Carpizo señaló como una de las facultades meta constitucionales del presidente de México: designar a su sucesor. Porque traigo está anécdota a colación? Porque a raíz de la terrible derrota electoral del PRI en las elecciones del 5 de Junio, muchos analistas sostienen que el Presidente perdió esta facultad, que no ya podrá designar a su sucesor. Yo dudo mucho que esto sea cierto, por varias razones: primera, porque los priistas son institucionales, tienen la cultura de apoyo total al Presidente en turno, está en su ADN, no pueden y no saben como decirle no al Presidente. Segundo , no tiene realmente líderes reales, lo que el Constitucionalista Alemán, Karl Loewenstain, llamo detentadores autónomos del poder. Todas las cabezas del priismo son dirigentes y no líderes, están en el puesto por conveniencia presidencial, unos y otros porque así le ha convenido al sistéma. Ninguno se puede rebelar a la decisión presidencial , porque , como dice un refrán mexicano, para tener la lengua larga, se tiene que tenerla cola corta y todos tienen larga la cola, por su corrupción, por sus negocios fuera de la Ley, por sus asociaciones de todo tipo. Quizá con excepción del liderazgo de la CROC, que ha caminado por un sendero nuevo de independencia. De los gobernadores del PRI no habrá reacción, la mayoría tiene una enorme cola que les pisen, no harán nada, salvo tímidamente preguntarle al Presidente, si ya tiene algún plan para ganar la elección del 2016. En cuanto a la militancia, después de la derrota del 2016, uno supondría una rebelión de priistas en contra de la pésima actuación de sus actuales dirigentes, pero esta no se dio, cuando menos hasta ahora.Solo algunas voces aisladas de reclamo, pero hasta ahí. O los priistas perdieron todos sus verdaderos liderazgos, o se murieron o se hicieron viejos o se fueron de este partido, en cualquier caso por ahora no se ve ni se siente una militancia suficientemente fuerte para disputarle esta facultad al actual Presidente, por eso creo que todos aceptarán el candidato que designe el Presidente Peña,quizá algunos a regañadientes, pero al final se disciplinaran. Que gane su candidato la elección presidencial ese será otro tema distinto, que deberá ser analizado por separado. Creo que las limitaciones a la facultad meta constitucional del presidente de designar a su sucesor, estarán más bien en la realidad actual de México. Desde mi enfoque, de acuerdo a las condiciones económicas, sociales y sobre todo políticas del país, su baraja de prospectos esta muy reducida.


No tiene muchas opciones y ya no tiene tiempo para impulsar una nueva. Tendrá que decidirse por el que, dentro de su gabinete tenga más posibilidades de ganar la elección del 2018. No entraré en ese tema por ahora, mi opinión se reduce a señalar y repetir lo dicho por el maestro Lama en 1994, el país, por desgracia, aún aguantara un dedazo presidencial.

 

Publicado el día Domingo 19 de Junio de 2016.

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