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Mis amigos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) me pidieron hacer un análisis de los problemas de su candidato. Con gusto hago algunas reflexiones: El candidato a la presidencia de México, José Antonio Meade es una gran persona, padre cariñoso, hombre de familia, servidor público preparado, el de mejor preparación y experiencia de todos los candidatos ¡Sin duda! entonces por qué las encuestas en su gran mayoría lo ubican en el tercer lugar? Veamos por qué. Siempre que hay una elección del ejecutivo, los electores siempre se preguntan: continuidad o cambio ¿Que representa Meade? definitivamente la continuidad ¿Está la gente contenta y aprueba la gestión de este gobierno? Definitivamente no. El porcentaje de aprobación del presidente Enrique Peña Nieto ronda el 20% en algunas encuestas; desde esta perspectiva, la continuidad no es de la preferencia de los ciudadanos, si Meade no marca sus diferencias con el Peñismo, no crecerá. La marca PRI, es otro de sus problemas. Hoy este partido es de los más desprestigiados. Las encuestas también señalan que el que mayor porcentaje de repudio lo tiene el PRI, a veces hasta el 50% de los ciudadanos lo rechaza. El candidato del PRI, cargará con el mal manejo de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, Guerrero, la corrupción de la Casa Blanca, propiedad de la esposa del presidente, de los gobernadores corruptos, del gasolinazo, ahora también de las corrupciones de la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu, Rosario Robles, durante su gestión al frente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), señaladas por el órgano de fiscalización superior.

Hay otras causas importantes: la dirigencia de su partido, sin experiencia electoral ninguno de los dos principales dirigentes, aún y cuando Claudia Ruiz Massieu ha sido candidata en dos ocasiones, no sabe ninguno de los dos organizar la estructura territorial ni tampoco dirigir una campaña presidencial. Ambos pueden ser buenos en su especialidad, pero la conducción de un partido como el PRI, demanda algo más. Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI, se ha dedicado a defenestrar a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sin que surta ningún efecto sus críticas. Al contrario las reacciones han sido a favor del Peje. La gente lo ve como un bravucón callejero. Hay un problema adicional: ninguno tuvo participación alguna en la selección de candidatos. Ni a oler se los dieron, eso quita mucha autoridad, pues en el PRI, el poder es fundamental. Si no lo ven o lo sienten, las desobediencias y las críticas empiezan de inmediato. De hecho, sectores importantes de legisladores del PRI, han empezado a solicitar la salida de Ochoa Reza. Pero su salida no resuelve la problemática que rodea al candidato presidencial. Si no sale Aurelio Nuño Meyer, ex titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y ahora coordinador de la campaña de Meade, los problemas seguirán. Este personaje, no sólo no conoce el PRI, sino creo que lo repudia, porque la primera intención del presidente Peña, fue hacerlo presidente de este partido, en lugar de Ochoa, pero fue rechazado por la alta militancia, porque nunca lo han considerado militante…. con enorme influencia con el presidente,dicen que es es arrogante, caprichoso e intolerante. Sin experiencia en campañas ni en la política, es un continuo desacierto. Aunque se ve imposible que lo quite el presidente, pues no sólo es uno de sus favoritos, sino también en los hechos es un posible suplente de Meade, en caso de que algo pasara.Me parece que Miguel Angel Osorio, seria mucho mejor coordinador de campaña, tiene experiencia, ya coordino la campaña de Peña. El mismo Eruviel Avila exgobernador del estado de México podría, con ese papel. Otra debilidad es la falta de un programa nacional electoral, que coordine todas las fuerzas de este partido. Otro tema es la ausencia de priístas importantes a su alrededor.

¿Alguien le aconsejo que se alejara de los priístas? Ahora éstos, tienen la impresión, que para acercarse a Meade, deben haber sido militantes del Partido Acción Nacional (PAN) como Alejandra Sota, Javier Lozano, o un tal Julio di Bello… puro panista perdedor, que han hecho su vida criticar al PRI. No hay figuras del PRI al alrededor y si hay alguno que se cree importante, en lugar de acercarlos al candidato, los aleja. Otro enorme problema es la influencia política del senador Emilio Gamboa Patrón, coordinador del grupo parlamentario del PRI, quien en los hechos el dueño del PRI. Personaje siempre atento y cortes, que más bien desde bambalinas maneja todo. Es el dueño del oído del presidente y ha puesto casi a todos los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Desde sus tiempos con el ex presidente Miguel de La Madrid, es un personaje importante en el primer círculos del poder. Dueño de una gran fortuna y hacedor de grandes negocios, se prepara para quedarse con lo que quede del PRI, de llevarse a cabo la derrota que pronostican la mayoría de las encuestas. Por otro lado, el enfoque de la campaña también ha sido equivocado. La gente vota con el corazón y no con la cabeza. Pretender que voten por Meade porque tiene experiencia o está preparado académicamente es un error de primaria. También el eslogan de que llevara a México a ser primer mundo ¿qué importa esto? si no se resuelven los problemas de la gente, si no hay mas comida en sus mesas y dinero en sus bolsillo. No apelar a los sentimientos, sino a la cabeza es una táctica equivocada. El #YoMero es una ocurrencia ¿Yo mero, qué? ¿el del gasolinazo, el que va a cubrirle las espaldas a Peña, a Rosario Robles o otros tantos acusados de corrupción? Nunca debes usar una frase que se te puede revertir. Otro tema es la falta de operación política.

Este partido fue famoso por su operación cicatriz, nadie realmente perdía, todos tenían cabida. Nadie perdía para siempre, por eso decían que sólo los muertos no regresaban. Los cercanos a los derrotados eran consolados con diputaciones o senadurías, ahora muchos de estos puestos los tiene los allegados a Peña, que se dice los quiere proteger con el fuero, para evitar ser castigados por sus corruptelas. Como si el fuero no se pudiera remover. Hoy, esa sabiduría del sistema político de darle un lugar a todos, se acabó. Los roles no están claros: todo mundo quiere poder y dinero ¿Y el pueblo? Estos dirigentes, se olvidaron de las causas populares. Se olvidaron que son herederos de la revolución mexicana y que sus antecesores construyeron este país. Hoy todo es poder, dinero y corrupción. Creen que el dinero lo compra todo, que ganaran por otro monex , empleo temporal o el salario rosa. No tienen claro que la gente ya no vende su conciencia. Que es tal su molestia, enojo, irá, hasta odio, contra el presidente y su grupo, que están dispuestos a votar por AMLO, sin importar cualquier crítica. El pueblo mayoritariamente le ha dado la espalda al PRI, porque este ya no tiene compromiso social. Ya nos es la vanguardia del cambio. Servidos amigos del PRI, espero sean útiles mis comentarios.

 

Publicado el día Viernes 23 de Febrero de 2018.

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