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     Desde hace mucho tiempo sostengo que los tres pilares fundamentales de la delincuencia son : la impunidad, la corrupción y la ineficiencia. Sobre estos descansa la proliferación de criminales en cualquier país. Los tres son importantes, pero creo que el mas doloroso, el mas perverso y el mas lacerante de los tres , es la impunidad. Impunidad viene del latín impunitas, que quiere decir sin castigo, sin pena. Es cuando un acto,  que la sociedad considera delito, se realiza y no es castigado. Esta es la clave, cuando los delincuentes, de cualquier magnitud, de cualquier importancia, roban, matan, asesinan, extorsiona, violan o secuestran sin que sus actos sean castigados con pena de prisión,  se sienten seguros de que no van a ser detenidos  y de empezar a  robar algo pequeño, su conducta va escalando a delitos mayores, al sentir que su conducta nadie la sanciona o castiga, eso va generando un aumento de delitos y de delincuentes.

     En México la impunidad es, por desgracia, una realidad que nadie puede negar. Hoy por la terrible desaparición de los 43 normalistas de Guerrero, la nación y la comunidad internacional están indignadas con justa razón, pero me pregunto y les pregunto a ustedes, es este el primer gran acto de impunidad que conocen? les aseguro que no. Que ya se olvido el asesinato de ciento de centroamericanos en Tamaulipas, que los bajaban de los autobuses de pasajeros, los robaban, los asesinaban y los sepultaban?  Que no fue también un acto terrible los feminicidios de Juárez? o los cientos de jóvenes que han sido asesinados en fiestas juveniles en Chihuahua? Ejemplos por desgracia hay muchos. Pero, la impunidad,  no necesariamente debe referirse a grandes crímenes, sino también a pequeños delitos. Quien no ha sufrido un robo en su casa, en su vehículo y nunca han detenido a los delincuentes, a pesar de que se señalan a presuntos responsables? son millones de mexicanos que se han encontrado en esta situación, en la colonias populares se roban los tanques de gas, los espejos de los autos, las llantas, etcétera, sin que nadie castigue a los culpables.

     La policía no investiga este tipo de delitos y así no hay castigo y la impunidad crece y con ellos los delincuentes y la delincuencia. En una reciente conferencia de Guilani, en el marco de el simposio Tijuana Innovadora, el exfiscal y exalcalde de NuevaYork, puso el dedo en la llaga cuando afirmo que» en México la mayoría de los homicidios queda impune, mientras en Estados Unidos, el 90% se resuelve, aunque sea de un indigente» Aqui se ve la enorme diferencia entre un estado que si sanciona el delito y a los delincuentes y otro que no lo hace. El crimen y el delito se debe castigar con dureza, no importa si el asesinado es un delincuente o un hombre honesto. Dejar que los delincuentes se maten entre ellos, como sostienen muchos mandos policiacos y militares, es permitir el aumento de la impunidad.

     Por otro lado existe los que se llama la cifra negra de los delitos, que son los delitos que nunca se denuncian y por ello, la autoridad nunca llega a conocerlos. Según un estudio del Dr. Luis de la Barreda y un grupo de investigadores, el 78 % de los delitos en nuestro país no son denunciados a las autoridades competentes, el 48% sostiene que no quiere perder su tiempo y no vale la pena la denuncia, porque el procedimiento es tardado, se pierde casi todo el día en levantar la denuncia  y al final no detienen a nadie, pues la autoridad no investiga. Otro 16 % no tiene confianza en la autoridad y no denuncia.

     Hay algo que es importante dejar asentado desde el principio de mi comentario, mucha gente cree y el gobierno por desgracia también, que el problema en México es el crimen organizado, los narcos, los secuestradores, las grandes bandas. Están muy equivocados, esos son crímenes o delitos espectaculares, pero ahí no radica el origen de nuestros males y por eso las soluciones que plantean no tienen todo el  éxito que se requiere. La delincuencia esta enfocada en los delitos del orden común,  los que casi nunca salen en los medios de comunicación o las redes sociales. Nuevamente de la Barreda en su encuesta nacional nos apunta que el 90% de los delitos que se cometen en nuestro territorio son los que afectan directamente a las personas, en su patrimonio o en su integridad física. robo de vehículo, camioneta o camión, robo parcial  de refacciones, accesorios o herramienta, robo a casa habitación, robo a transeúnte, secuestro, secuestro express, extorsión telefónica, violaciones, etcétera. En este orden de cosas, la impunidad sigue creciendo, pues la autoridad no tiene  localizado bien el problema, o si lo tiene, las soluciones no son las correctas. Yo pregunto en que ayuda al combate a estos delitos, las tanquetas, los helicópteros, los francotiradores, la gendarmería nacional ?  pues en nada, son medios para perseguir otro tipo de delitos y no los mas apremiantes para los mexicanos.

     La impunidad esta muy arraigada en nuestro pueblo, es un problema fundamentalmente  educativo. Que no es impunidad cuando se toman calles, plazas, puentes, universidades o edificios públicos ?. Que no es impunidad cuando pintarrajean nuestras casas, nuestras escuelas,  o cuando por tornados o tormentas saquean los centros comerciales? Estas conductas son por supuesto impunes, porque vulneran derechos de terceros y no son castigadas. Digo que el problema es centralmente educativo, por que en nuestra sociedad premiamos al vivillo, al que copia, «que inteligente, saca diez y casi no estudia»al que gana dinero sin trabajar, al que tiene muchas novias, la mujer o los hijos que bolsean al papa, etcétera, ejemplos sobran. Todos son actos que promueven la impunidad. Recuerdo un anuncio televisivo de papel higiénico, donde el Papa le negaba al niño un rollo, pero este se escabullía por la ventana y se lo llevaba sin consentimiento y todos los alababan. aquí es un ejemplo de como premiamos los actos de los vivillos. En este orden de ideas el combate a la impunidad debe ser muy variado, desde las escuelas y universidades. Las autoridades no deben dejar delito sin perseguir y castigar.

     Debe  fomentarse la cultura de la denuncia y deben reformarse los procedimientos  para que incluso se pueda levantar una averiguación previa o una denuncia de hechos a través del Internet. Hay mucho por hacer en el tremendo combate a la impunidad, pero si no hay personas comprometidas a derrotarla, ni los procedimientos, ni los equipos sofisticados podrán sustituir la voluntad y el compromiso por abatirla.

Publicadoel día Jueves 30 de Octubre del 2014.

ARL.

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