SEGUNDA PARTE DEL ANÁLISIS DE LA LEY DE SEGURIDAD INTERIOR.Pero vayamos al otro tema de fondo de la Ley de Seguridad Interior: ¿Por qué los militares actúan en el territorio nacional para combatir la delincuencia organizada? Por una sencilla razón, muchos políticos están vendidos a la mafia. Ahí están los casos de Michoacán, Colima, Quintana Roo y Tamaulipas, por poner algunos ejemplos. Pero también y de manera principal, las policías, sobre todo las municipales, no están suficientemente preparadas, están coludidas muchas de ellas con el crimen organizado, se les paga mal y no hay un número suficiente para ser exitosas en el combate a la delincuencia. De ahí la necesidad de que los militares apoyen esta causa.
¿Son los militares a prueba de corrupción? claro que no, hay muchos ejemplos también de colusión con el crimen organizado. Recuérdese el caso del General José de Jesús Gutiérrez Rebollo, Comisionado antidrogas, quien se vendió al crimen organizado. En una entrevista en el 2012, publicada en La Jornada, hay una declaración de un general: 10 Jun. 2012 – Desde hace años existe personal militar, incluidos altos mandos, coludido con el narcotráfico , dice el general José Francisco Gallardo Rodríguez… ¿Hay entonces otra alternativa? Sí, a largo plazo, ir formando una nueva policía, mejor pagada, más preparada y más eficiente. ¿Se está haciendo algo en ese sentido? No, todo lo contrario, al meter de lleno a las fuerzas armadas al combate de la delincuencia y al no trabajarse paralelamente en la formación de una nueva policía, se abandonó la formación policíaca. Lo he comentado en varias ocasiones, cuando me tocó legislar para la aprobación de la policía federal, se buscaba que este cuerpo, poco a poco fuera sustituyendo a la participación del ejército. Pero esa política se detuvo de repente y en 11 años no ha crecido la policía federal, ni mejorado su calidad y eficiencia. Será que , aunque lo nieguen, ¿a los militares les interesa seguir con ese rol? Y si ellos detuvieron el crecimiento y fortalecimiento de la policía federal?, pues obliga a la Cámara de Diputados a seguir otorgándoles miles de millones de pesos cada año en el presupuesto. No sé, la verdad no sé, pero es probable.
De cualquier manera tendremos que seguir utilizando al ejército para combatir la delincuencia, a quien no tiene ni la preparación ni los conocimientos ni la ideología para combatir la delincuencia, con respeto a los derechos humanos. Ellos buscan efectividad, no respetan ni el debido proceso de la ley ni la presunción de inocencia, detienen sin orden de aprehensión, se meten a tu casa sin orden de cateo. No saben investigar. No conocen de leyes penales ni son criminalistas. Son una fuerza letal, compuesta en la mayoría, por personas, con una acendrado sentido del honor y de patriotismo. ¿Todos son así? No, hay de todo en las fuerzas armadas, recordemos que los Zetas fueron antes soldados de las fuerzas especiales mexicanas. Entonces ¿nuestras fuerzas armadas son arbitrarias? no de ninguna manera, son mexicanos comunes y corrientes, con una gran disciplina y lealtad a México y a los mexicanos, pero con formación y capacitación para la guerra o para ayudar en desastres naturales y no para fungir como policías. ¿Va a mejorar el combate a la delincuencia con esta ley? Claro que no, hace falta una nueva política criminal, que se centre más en la investigación y la inteligencia criminal, que en operativos, retenes y cosas similares. Necesitamos policías, muy bien capacitados, con un gran sentido del honor, orgullosos de lo que hacen, con controles, no solo para el ingreso, sino también para los ascensos, con un órgano de honor y justicia interno, que sanciones o premie a quien lo merezca.
Una nueva policía federal, bien pagada, donde se pueda hacer una carrera, con buenas jubilaciones y seguros médicos. Una nueva policía en la que las personas asciendan por méritos y no por compadrazgos, con controles internos anticorrupción, con exámenes psicológicos y de confianza severos. Es la única forma de crear un cuerpo que combata a la delincuencia organizada y que a la larga ya no se necesite la intervención del ejercito en este tema. Seguro que como quedo redactada la Ley, muchos delincuentes saldrán libres, por violación de sus derechos individuales. Luego se culpa a los jueces, pero ellos únicamente califican lo que hay en el expediente que les envían. Hay que tener presente que el nuevo sistema penal es muy exigente en cuanto el procedimiento penal, así como el uso de la tortura, para obtener confesiones. Por ellos, los policías tienen muchos años preparándose y aun no están listos del todo ¿será que las fuerzas armadas si? No lo creo. El tiempo me dará la razón.
Pero volviendo a la Ley, es claro que los legisladores federales, por flojera, por ineptitud o por ambas, no hicieron su trabajo y no la analizaron. Lo que aprobaron fue para cumplir una orden presidencial, por miedo a desobedecer. Tal vez ni la leyeron. Aunque el Presidente había afirmado que se debía dar un amplio debate previo a la aprobación, no fue así. ¿todo dependía de él, si la vetaba o no? Ahora que es año electoral, el Presidente se pudo haber vestido de niño héroe, “escuchando al pueblo” y la hubiera vetado. Pero, no, le fallo el valor y cedió a las presiones de ciertos sectores del ejercito ¿Por qué será que la mayoría de los políticos le temen a las fuerzas armadas? La ley no es, de ninguna manera, una Ley que de el marco adecuado para que el ejército ayude o se haga cargo de la seguridad pública. Es a todas luces contraria a muchos artículos de la Constitución, el 14, el 16, el 21, el 124, entre otros. Qué falta de valor dejar que otros resuelvan por ti y ellos carguen con el enojo del ejército. Si la Corte lo hace, habrá cumplido con el pueblo y detendrá esta Ley contraria a la Constitución y base para la violación de..
Publicado el día Lunes 25 de Diciembre de 2017.