Vivimos tiempos verdaderamente contradictorios. El Presidente López Obrador en tan solo 30 días ha realizado cambios asombrosos, que le darán nueva perspectiva a la nación. Como bien escribe mi querido amigo Gabriel Pereyra, los principales símbolos del poder presidencial, “fueron dinamitados y volaron por los aires .El estado mayor presidencial que tenia el lema, nadie toca al Presidente, … desapareció tan calladamente como habría sobrevivido, mas de 60 años de forma silenciosa y discreta”. Todos vimos en la toma de posesión los cambios de símbolos, el Presidente, en un pequeño auto, sin guaruras,
el Expresidente rodeado de guardaespaldas y en lujosas camionetas blindadas. La familia del presidente tenía 159 escoltas y a el 44 personas cuidaban sus vestimenta. Ese día, la casa presidencial se convirtió en Casa de Cultura. Loco, mesiánico, argumentan sin razonar, algunos, esta destruyendo a México exclaman con esquizofrenia otros. El avión presidencial, la casa presidencial de los Pinos, o el aeropuerto internacional de la ciudad de México, símbolos de la corrupción y del dispendio han dejado de existir, pero se sigue insistiendo que costará mas su desaparición que su mantenimiento. El Presidente hace público su patrimonio y la declaración de tres de tres y les reprochan que no tenga pertenencias materiales, que no tenga muebles o chequeras, cuando nadie antes, ningún presidente de México, hizo publico su patrimonio. Ven la astilla en los ojos ajenos y se olvidan de la viga en el suyo. Los que subieron el IVA en 2013, se molestan por el nuevo esquema fronterizo, que reduce este impuesto al 8%. Se aprueba un presupuesto federal con tasa 0, que crea la política social mas profunda de los últimos años, aprobando 25 nuevos programas sociales y de inversión y critican que solo lo aprobó MORENA y olvidan que el PRI durante mas de 80 años, lo aprobó siempre en solitario.
El Presidente informa diariamente a la nación y enfrenta los temas coyunturales y de fondo. Da la cara y hacen berrinche, que porque ocupa toda la agenda nacional, pero se olvidan que los tres Presidentes anteriores, pagaban miles de millones de pesos a los medios de comunicación y comunicadores para ocupar la centralidad de la agenda nacional, abrías cualquier periódico, tenían las 8 columnas, prendías la TV o la radio y las principales noticias eran la del presidente en turno, la diferencia de ahora es que a AMLO no paga nada. Se reducen los gastos del gobierno, se bajan los sueldos, se despiden aviadores. Se aumentan los salarios mínimos, los mas altos en las ultimas décadas, con lo cual se cumple con un viejo reclamo de la izquierda y se satisface un imperativo moral y lo tachan de populista. Se combate el robo de combustible, que nos generan perdidas de 60 mil millones de pesos anuales a los mexicanos, y en las medidas para frenarlo, se crean algunos los problemas de desabasto, que los lleva a comparar a México con Venezuela. Se centraliza el poder para hacer mas profunda la cuarta transformación y se alcancen mas rápidamente los objetivos sociales , se combata de frente la corrupción e ineficiencia de los gobernadores. Los que aplaudieron las medidas centralista de Peña, hoy se creen voceros del federalismo, tema que no entienden ni lo practican, pues ellos mismos son centralistas al interior de sus estados y su actitud pretende esconder su deseo de seguir manejando los recursos públicos discrecionalmente y con opacidad. Los intelectuales mexicanos, casi siempre han estado atrás del progreso y de las grandes transformaciones de nuestro país, estén alejados de esta nueva transformación no es nada nuevo ni realmente me importa. La mayoría quiere vivir en la ciudad de Dios de San Agustín, o en la Utopía de Tomas Moro o ya cuando menos en la isla Barataria de Don Quijote.
Sus opiniones realmente están ajenas a lo que vive y quiere el país. Lo preocupante es las opiniones de muchos mexicanos, sobre todo en las redes, quienes sin investigar, sin conocer, sin información, únicamente por actitudes fantasiosas, partidistas, prejuiciosas o lo peor por convicciones personales ultraconservadoras, expresan juicios de valor sin fundamento y totalmente alejados de la realidad; claro, han sido carne de cañón de la propaganda negra que se desarrollo contra AMLO desde el 2000, cuando se señalo que era un peligro para México, que estaba patrocinado por el Presidente Venezolano Chávez. La propaganda funciono entonces y muchos se quedaron con aquella propaganda perversa y siguen pensando que en México se va a instalar un gobierno comunista y dictatorial. O que se esta destruyendo al país. Realmente apenan estas posiciones. Son ignorantes, sin información y verdaderamente conservadoras. Me recuerda cuando yo era niño y desde el pulpitos de las iglesias decían que en Rusia los comunistas se comían a los niños y mi mamá lo creía. No amigos, por supuesto que cada quien tiene derecho a pensar como quiera, pero para opinar de política hay que informarse. Miren amigos, se ha hecho una transformación sin precedentes en tan solo 30 días, sin disparar un tiro, sin uso de las armas, sin presos políticos. México será un ejemplo de transformación por la vía pacifica y por el voto libre de sus ciudadanos.